lunes, 28 de marzo de 2016

28 de marzo, programa "Sazonando" www.radiosonora.com.mx

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Santoral: Gonzalo, Juana María, Alejandro y Doroteo.
Cumpleaños:
 Efemérides:
·        1875.- Nace el compositor mexicano Julián Carrillo Trujillo, creador del llamado "Sonido 13", sistema basado en divisiones menores que el semitono, lo que representa una gran aportación a la música universal. Muere el 9 de septiembre de 1965.
·        1895.- Nació Àngela Ruiz Robles,  fue una maestra, escritora e inventora española, precursora del libro electrónico.
·        1915.- Emma Goldman “Emma La Roja”, fue arrestada en Estados Unidos por hablar a una audiencia sobre métodos anticonceptivos. Considerada "La mujer más peligrosa de América". El derecho a la autoexpresión. Si no puedo bailar, no quiero estar en su revolución", dijo alguna vez la anarquista Emma Goldman, sin imaginar que aquella frase se convertiría en un eslogan feminista de los años 70.
·        1930.- Nace la escritora mexicana Margo Glantz, quien destaca por su labor como investigadora, ensayista, diplomática y catedrática. Autora de "Las mil y una calorías", "200 ballenas azules" y "Las genealogías", entre otras.
·        1936.- Nació Mario Vargas Llosa, escritor peruano uno de los más importantes novelistas y ensayistas de Latinoamérica, así como uno de los principales autores de su generación. Obras como “La ciudad y los perros”, “Pantaleón y las visitadoras” o “La tía Julia y el escribidor” le han encumbrado a lo más alto.
·        1941.- Falleció Virginia Woolf, una novelista, ensayista, escritora de cartas, editora, feminista y escritora de cuentos británica, considerada como una de las más destacadas figuras del modernismo literario del siglo XX.
·        1942.- Murió Miguel Hernández, poeta español que utilizó la poesía como arma de combate durante la Guerra Civil Española. Poemas como “Elegía”, “El niño yuntero” o “Nana de las cebollas” han llegado al alma de todos aquellos que los han leído.
·        1994 Eugene Ionesco, escritor rumano en lengua francesa, uno de los principales dramaturgos del teatro del absurdo.
·        2002.- Muere la escritora sueca Astrid Lindgren, autora de más de 50 obras del género infantil, entre la que destaca "Pippa medias largas", con la que se da a conocer a nivel mundial. Nace el 14 de noviembre de 1907.
·        2005.- Muere el actor mexicano Octavio Galindo, víctima de complicaciones renales. Participa en más de 100 obras teatrales y diversas telenovelas, programas varios y en distintos largometrajes. Comparte créditos con el cantante y actor César Costa durante varios años en el programa "Papá soltero". Nace el 1 de agosto de 1942.

·        El 28 de marzo de 2013 fallece Soraya Jiménez, levantadora de pesas y primera mujer mexicana en ganar medalla olímpica de oro (n. 1977).(Tenía 36 años de edad)

Ángela Ruiz Robles, el eslabón perdido de la historia del libro electrónico

El primer «e-book» no se gestó en Illinois, sino en Ferrol, en la cabeza de una maestra adelantada más de medio siglo a su tiempo y nacida hace hoy 121 años
LA VOZ28 de marzo de 2016. 

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Ángela Ruiz Robles pasó de puntillas por la historia de la ciencia. Maestra ferrolana, se adelantó más de medio siglo a su tiempo y, en plena posguerra española, ideó el primer libro mecánico, precursor del actual e-book, mal atribuido -al menos de forma inexacta- a Michael HartPorque la primera enciclopedia electrónica no la inventaron en Illinois, sino en la esquina noroeste de España. Lo acredita una patente otorgada en 1949 y el prototipo que se construyó, siguiendo las instrucciones de doña Angelita, en el Parque de Artillería de Ferrol, un artilugio que primero descansó en el Museo Pedagóxico de Galicia, en Santiago de Compostela, y que actualmente se puede visitar en A Coruña, en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Ángela Ruiz Robles nació hace hoy 121 años en Villamanín, León. Hija de una familia acomodada, se trasladó a Ferrol tras aprobar las oposiciones de maestra. Fundó una academia para adultos, que llamó Elmaca en honor a sus tres hijas -Elena, María Elvira y Carmen- y se jubiló dando clase a obreros que alfabetizaba de forma gratuita y desinteresada. Le dio tiempo, además, a escribir 16 libros. Pero doña Angelita era conocida, sobre todo, por sus innovaciones pedagógicas. Visualizó la era de las pizarras digitales con varias décadas de antelación. «El futuro habla, pero pocos entienden lo que dicen». Ella lo comprendía a la perfección. Y también que no debía perder el tiempo. Su mente privilegiada y su profunda vocación por la pedagogía y la educación le marcaron el camino. ¿Su objetivo? Aligerar los kilos con los que los alumnos cargaban sus espaldas resumiendo en un único libro todas las materias, hacer más atractivo y, al mismo tiempo más sencillo, el aprendizaje; en definitiva, convertir la enseñanza en algo interactivo y estimulante. Y en la primera mitad del siglo XX.
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MUPEGA
Lo que Ángela Ruiz Robles esquematizó en su cabeza como un «proceso mecánico, eléctrico y a presión de aire para la lectura de libros» tomó finalmente forma en los astilleros ferrolanos. Su idea se materializó en un pesado artefacto con carretes, construido con materiales rústicos que, lamentablemente, le cortaron las alas. Se trataba de un soporte único que permitía leer varios libros cambiando unos carretes con el contenido escrito. La maestra tenía otra idea: que se fabricase con componentes ligeros, que resultase fácil de transportar en las mochilas. Pero nunca llegó a las aulas. Tampoco consiguió convertirse en libro electrónico, pero casi.
El libro electrónico de Ángela Ruiz Robles constaba de dos partes. La primera, de conocimientos básicos: lectura, escritura, numeración y cálculo. Haciendo presión en abecedarios y números se formaban sílabas, palabras y lecciones. La segunda funcionaba con bobinas, cada una dedicada a una materia. Y podía incorporar luz y sonido. El dispositivo estaba cubierto por una lámina transparente e irrompible, con cristal de aumento. E incorporaba, además, una luz, para que se pudiese leer en la oscuridad. Además, sumaba sonido con las explicaciones de cada tema. Todo en el tamaño de un libro, «de facilísimo manejo y peso insignificante», describía la propia autora.
«Fue no solo una avanzada a su tiempo, sino una revolucionaria, porque en su patente añadía la posibilidad de incorporar en el futuro innovaciones como pulsadores de voz y calculadoras e intuía ya la importancia de aprender idiomas como el inglés y el francés», explicó a La Voz el nieto de Ángela Ruiz Robles hace tres años cuando el ministerio de Economía rescató con documentos inéditos su figura y su revolucionario invento
Tuvo, sin embargo, el ingenio de Ángela Ruiz Robles un apuesto pretendiente: Estados Unidos. Los norteamericanos le echaron el ojo al invento y desde Washington hubo quién rondó a la gallega para hacerse con su patente. No lo consiguieron. Doña Angelita, maestra en Mandiá, ni se planteó hacer las maletas y poner rumbo a América. Quería que el invento se quedase en Galicia, en Ferrol.
La Historia muchas veces se empeña en que en estos casos sea al contrario, pero a Ángela Ruiz Robles el reconocimiento le llegó en vida, a tiempo para recibir diversas y prestigiosas distinciones como la Cruz de Alfonso X El Sabio a su Profesionalidad o la Medalla de Oro y un Diploma en la I Exposición Nacional de Inventores Españoles, celebrada allá por el año 1952. En 1998, el colegio público de Ferrol Ibañez Martín colocó una placa en su honor. Y este lunes, en el 121 aniversario de su nacimiento, Google le dedica uno de sus emblemáticos doodles.
Ángela Ruiz Robles no consiguió, sin embargo, lo más importante al margen de insignias y aplausos: que una empresa española fabricarasu invento. Lo exhibió por las ferias de toda España, repitiendo sus bondades aquí y allá. Incluso convenció al Ministerio de Educación de que le diese su aprobación para el uso eventual en las aulas. Pero nunca consiguió financiación. 100.000 pesetas de la época fueron la barrera que impidió su fabricación.
FUENTE: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/informacion/2016/03/28/angela-ruiz-robles-eslabon-perdido-historia-e-book/00031459116529878999259.htm

La mujer más peligrosa de América

  • Emma Goldman asustaba a enemigos y correligionarios por su espíritu libre.

  • EUGENIA COPPEL, Madrid.
"Si no puedo bailar, no quiero estar en su revolución", dijo alguna vez la anarquista Emma Goldman, sin imaginar que aquella frase se convertiría en un eslogan feminista de los años 70. Por sus apasionados discursos políticos, la inmigrante judía ya era conocida en los círculos intelectuales de fines del siglo XIX en Nueva York. Pero como a cualquier veinteañera, también le gustaba bailar. En alguna fiesta, uno de sus camaradas le recriminó por hacermovimientos indignos de su doctrina revolucionaria. La chica se enfureció: "Estaba harta de que me arrojaran continuamente la Causa a la cara. Yo no creía que una Causa que defendía un hermoso ideal, el anarquismo -la liberación y la libertad frente a las convenciones y los prejuicios- negara la vida y la alegría", recuerda Goldman en 'Viviendo mi vida', la autobiografía recién traducida al español por la editorial Capitan Swing.
Así entendió Goldman la lucha anarquista que la acompañó siempre: "El derecho a la autoexpresión y a todas las cosas hermosas y radiantes". Su ideología se basaba en un exaltado optimismo hacia la naturaleza humana y en una profunda desconfianza hacia la autoridad. 'Emma la Roja', como era llamada en la prensa de aquellos días, fue una activista radical que se asignó la misión de despertar a las masas. Recorrió Estados Unidos para manifestarse públicamente en contra del Estado, el capital y el militarismo, y a favor de los derechos de los trabajadores, el uso de anticonceptivos y el amor libre. Sus convicciones fueron consideradas peligrosas en un país puritano, encaminado a convertirse en la potencia económica mundial, y cuyo orden social podía verse amenazado por las crecientes revueltas obreras y la influencia comunista del exterior. Goldman no se detuvo a pesar de las numerosas advertencias. Su empresa vital la llevó a pasar distintos periodos en la cárcel y a ser expulsada del país que había sido su hogar durante 34 años.
Goldman aparece como personaje secundario en la película 'Rojos' (1981). La actriz que le dio vida, Maureen Stapleton, se llevó uno de los tres premios Oscar que recibió la cinta escrita, dirigida y protagonizada por Warren Beatty. Ahí se refleja la amistad entre la anarquista y el periodista John Reed (Beatty), autor de la célebre crónica sobre la Revolución de Octubre, 'Diez días que estremecieron al mundo'. Se frecuentaban en Nueva York y se encontraron de nuevo en la recién creada Unión Soviética. Goldman había llegado a Rusia tras ser expulsada de Estados Unidos, con la esperanza de ver materializado al fin su sueño revolucionario. Pero no tardó en darse cuenta, tras apenas dos años, de las enormes contradicciones y las injusticias cometidas por el régimen bolchevique. En diciembre de 1921 partió a Francia, y al poco tiempo reconoció que había cometido un error al apoyar al Gobierno soviético.
En su momento se involucró en la Guerra Civil en España, país que visitó en tres ocasiones. "La resistencia que opuso el pueblo español al fascismo y la vanguardia de sus organizaciones obreras reavivaron sus esperanzas de un posible triunfo de la libertad", escribiría la sindicalista catalana Lola Iturbe tras conocer a Goldman en 1938. "Su sonrisa era triste. Su mirada penetrante, escrutadora, buscando la verdad de su interlocutor", añadía Iturbe, cuyas palabras se recogen en el prólogo de 'La palabra como arma', otro de los libros firmados por la anarquista.
Pero ni su relación con España ni su estancia en la URSS, y tampoco su deportación, están narradas en el primer volumen de su autobiografía. "Publicar ambos volúmenes a la vez podía hacer demasiado pesada la carga de material de lectura", señala Daniel Moreno, editor de Capitan Swing, quien espera imprimir la segunda parte de la obra el próximo año. Para Moreno, conocer la vida de Goldman significa profundizar en una parte crucial de la historia del siglo XX a través de una enorme red de activistas sociales: "Emma fue pionera en la lucha de muchas cosas que hoy damos por sentadas en Occidente, como el control de la natalidad y una jornada laboral digna".
Emma Goldman y Alexander Berkman 
'Viviendo mi vida' se publicó originalmente en 1931. Goldman se había instalado en Saint-Tropez, Francia, donde se vio forzada a la inactividad. "Descubrí con gran desconcierto que la vejez, lejos de ofrecer sabiduría, madurez y sosiego, suele ser fuente de senilidad, estrechez de miras y rencores. No podía arriesgarme a esa calamidad y empecé a pensar seriamente en escribir mi vida", narra en la introducción de sus memorias. También explica que logró terminar aquella tarea gracias a la ayuda de decenas amigos con los que había mantenido una relación epistolar. Y al apoyo de la coleccionista Peggy Guggenheim, quien fuera su principal mecenas.
Goldman nació en 1869 en Kaunas (Lituania) pero su fugaz infancia transcurrió en San Petersburgo. Un padre severo y la pobreza de la Rusia zarista la obligaron a trabajar en una fábrica textil desde los 13 años. Por eso, no dudó cuando se presentó la oportunidad de emigrar a América con su hermana Helena. Las dos jóvenes desembarcaron en Nueva York en 1886, con la expectativa de libertad que prometía la nueva tierra. Y se instalaron en Rochester, donde ya vivía la mayor de las tres. La necesidad las arrojó muy pronto de regreso a la vida obrera.
Emma se casó movida por una ilusión adolescente, pero puso fin a su único matrimonio 10 meses después. "Si alguna vez vuelvo a amar a un hombre me entregaré a él sin que nos una un rabino ni la ley", se prometió a sí misma. "Y cuando ese amor muera, me marcharé sin pedir permiso". El relato de su autobiografía comienza entonces:divorciada a los 20 años, y recién llegada a la ciudad de Nueva York con una pequeña maleta, su máquina de coser y cinco dólares.
La joven ya tenía claro que su nuevo objetivo sería luchar contra la injusticia y la explotación. Había seguido en la prensa los acontecimientos desencadenados a partir del 1 de mayo de 1886, enChicago, cuando 300.000 trabajadores se pusieron en huelgapara exigir una jornada laboral de ocho horas. El 4 de mayo, durante una concentración, explotó una bomba en la plaza deHaymarket por la que ocho jóvenes anarquistas fueron acusados y cinco de ellos ejecutados en la horca. Aquel fue el hecho decisivo que catapultó a Goldman a la acción: "Tenía la clara sensación de que algo nuevo y maravilloso había nacido en mi alma. Un gran ideal, una fe ardiente, la decisión de dedicar mi vida a la memoria de mis camaradas mártires".
En su primer día en Nueva York, Goldman conoció a los dos hombres que marcaron su trayectoria. El primero, Johann Most, era editor del periódico anarquista alemán Die Freiheit y un prolífico orador que animó a la joven a seguir sus pasos. El segundo, Alexander Berkman -Sasha, como lo llamaba ella con cariño- fue uno de sus tantos amantes y el más fiel de sus camaradas.
En 1892, Berkman cometió "el primer acto terrorista de América" -según su propia descripción- y lo debió pagar con 14 años de encierro. Una huelga masiva en Homestead (Pennsylvania) terminó con una masacre indiscriminada de los trabajadores del acero. Y el joven inmigrante ruso creyó que era el momento para hacer estallar la revolución. Ansiaba decirle al mundo que el proletariado de América tenía quien le vengara, y estaba dispuesto a sacrificar su vida por la causa. Con el apoyo de Goldman, planeó un atentado contra Henry Clay Frick, presidente de la Carnegie Steel Company. Sasha logró llegar hasta su oficina y dispararle dos veces en el pecho, pero no consiguió matarlo.
Emma Goldman durante un mitin político celebrado en 1916 en la Union Square de Nueva York 
Goldman se entregó por completo a su actividad de agitadora pública: "Mi odio por las condiciones que obligaban a los idealistas a cometer actos de violencia me hizo gritar con acordes apasionados la nobleza de Sasha, su naturaleza desprendidasu consagración al pueblo". Los periódicos se preguntaban: "¿Por cuánto tiempo se le permitiría continuar a esa peligrosa mujer poseída por la furia?". Y la policía no tardó en actuar. En 1893, después de encabezar una marcha de mil personas portando una bandera roja, la joven fue arrestada por incitar a la revuelta y condenada a pasar un año en prisión.
En su autobiografía, Goldman reconoce que la penitenciaría de la isla de Blackwell fue su mejor escuela. No sólo pudo leer a los teóricos que más influenciaron su pensamiento, como Emerson, Thoreau, Whitman y Nietzsche. También realizó prácticas como enfermera, un oficio al que se dedicó en los distintos momentos en que su libertad volvía a verse amenazada. Goldman abrazó una nueva causa a raíz de aquella actividad. Después de ejercer de comadrona con las obreras comenzó a defender el derecho al control de la natalidad. "Me impresionaba la ciega y fiera lucha de las mujeres de los pobres contra los frecuentes embarazos. La mayoría de ellas vivía en un continuo terror de la concepción", recuerda.
La defensa de la emancipación femenina la llevó a emprender otro recorrido por el país, en el que también predicó su doctrina del amor libre: "Exijo la independencia de la mujer, su derecho a mantenerse a sí misma, vivir para ella, amar a quien le plazca, o a tantos como le plazca. Exijo libertad para ambos sexos, libertad en la acción, en el amor, en la maternidad", clamaba en los mítines. Sus reivindicaciones eran escandalosas incluso para los más progresistas, y la volvieron a llevar a prisión. Hablar en público sobre sexo y anticonceptivos era considerada una actividad ilegal en 1916.
Goldman fundó la revista de política y literatura Mother Earth, a la que se incorporó como editor Alexander Berkman al recuperar su libertad. Juntos participaron más tarde en una lucha activa contra la entrada de Estados Unidos en la guerra europea. Pero en 1918 fue aprobada la Ley de Sedición, que establecía multas y penas de cárcel para aquel que se manifestara contra el Gobierno. Ambos fueron arrestados y deportados un año después. "América ha entrado en la guerra para hacer del mundo una democracia más segura, pero primero debe asegurar una democracia segura en América", declaró la anarquista antes de partir.
Aunque no volvieron a involucrarse sentimentalmente, Goldman y Berkman continuaron su vida juntos: primero en la URSS y más tarde en Saint-Tropez. Allí se suicidó Berkman en 1936. Goldman se involucró en nuevas luchas, entre ellas la Guerra Civil española. Murió en Toronto en 1940. Un derrame cerebral fue lo único que la pudo callar.

Fuente: http://www.elmundo.es/cultura/2014/09/12/5411ed94e2704eb3448b457b.html

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