jueves, 17 de enero de 2008

EL DIVAN DE HOY

EL DIVAN

Miguel Ángel Avilés
avilesdivan@hotmail.com


TE PARECES TANTO A MI…

Para bien o para mal, las declaraciones de los políticos nunca pasan desapercibidas. La mayoría de las veces son para vapulear al contrincante, otras parecieran que tienen el propósito de vapulearse a si mismo. Algunas de ellas evidencian un gran cinismo, otras están cargadas de humor involuntario; están también las que llevan implícita una confesión o asoman, incluso, un dejo de envidia.
Pero insisto: las declaraciones de los políticos nunca pasan desapercibidas.
Esta semana, por ejemplo, El Diván se encontró con una declaración del ex vocero del Partido Revolucionario Institucional, Claro Flores Rico quien admite que a este partido “le cuesta mas trabajo ganar comicios en donde hay gobiernos perredistas, porque aplican políticas demagógicas con programas que anticipan la compra del voto con presupuestos, a costa de proyectos de infraestructura y desarrollo”
“Esta situación (dijo) dificulta el recuperar estas plazas, porque además el PRD y el PRI tienen propuestas similares en campo social.”
El dirigente del movimiento territorial, apuntó además “que las cifras de los últimos procesos demuestran que los gobiernos del PRD son mas difíciles por sus programas con los que anticipan la compra de votos durante sus ejercicios y sus políticas.”
“Tarde o temprano la ciudadanía se dará cuenta de las políticas tramposas de los gobiernos perredistas las cuales sólo les permiten popularidad, pero ninguna efectividad para abatir la pobreza e impulsar el desarrollo.”
Dios mío-dios mío- dios mío- dios mío- dios mío- dios mío….
Por más que uno se enfrente sexenio tras sexenio, trienio tras trienio a las ráfagas verbales de la clase político, creo que nunca acabará de sorprenderse. Este hombre seguramente hizo esa declaración con una pose llena de solemnidad, con un furor escalofriante, quizás con voz temblorosa, y con un rictus nacionalista que ya la hubiera querido Luís Echeverría en sus mejores tiempos
Pero tras bambalina de su discurso esta siendo megacínico al grado tal que por un momento llega a creérselo y en ese lapsus, es capaz de sufrir un shock histórico que lo haga perder la memoria y no recuerde que justamente el PRI, de donde emanó el descontento que mas tarde daría forma al partido que ahora acusa, hacia esas vilezas pero en grado superlativo.
Eso sí: hasta ahorita hemos dicho que Flores Rico es un cínico pero no lo hemos acusado de mentiroso. Los hechos que les imputa pueden ser ciertos. En la actual promiscuidad ideológica en que se baten los partidos, sus rivales otrora de oposición llevan a cabo practicas que antes era uso exclusivo del PRI; por un lado, argumentan que lo hacen porque-dicen- que de esa forma se salvaguarda el ejercicio del poder y, por otro, porque valiosos cuadros que antes militaban en ese partido y que gozaban de harta experiencia y un amplio currículo en reprobables actos como los que censura el iracundo Flores Rico hoy están del otro lado y los ejercen con excelsitud en pro de la causa que en el presente defienden sin importar que sea en perjuicio de sus ex correligionarios.
Estas declaraciones pues, buscan ser dardos, venenosos o inofensivos dardos según se vea, que el autor lanza contra su principal oponente quien gobierna algunos Estados del país y que se los disputarán próximamente así sea en las llamadas elecciones intermedias.
Pero a la vez son un bumerán que se regresa y da en la cara y en la historia del mismo partido para el cual milita el declarante pues a estas alturas, si bien esos métodos electoreros ameritan ser denunciados, no se puede hacer desde el reclamo de una patente y casi desde la advertencia de que si no cesan esas bochornosas, horripilantes prácticas inmediatamente, mañana muy temprano se estará presentando una denuncia por plagio para que escarmienten.

Entrada destacada

 Poesía Palabras para descifrar el laberinto del silencio.  Sylvia Manríquez